Dos tragedias, relatos de la vida real en los tiempos del Covid-19

El Dr. Víctor Manuel Lara Perera, ex jugador de béisbol y aficionado de los Leones de Yucatán, falleció esta madrugada en Mérida, a la edad de 69 años, a causa del coronavirus. Descanse en paz

Todos los días nos enteramos de esas noticias que no es fácil de asimilar, sobre todo, cuando se trata de seres extraordinarios que han aportado a su comunidad,  al respecto, el contador Diego Rodriguez Guerrero, nos comparte el legado del Dr. Víctor Manuel Lara Perera (+). A continuación reproducimos su escrito dedicado a esos grandes hombres que le han aportado al mayab:

«Hoy falleció el Doctor Víctor Manuel Lara Perera y llegamos a 60 mil muertos.
Sentimientos encontrados, tristeza y coraje.
Con el Doctor Víctor Lara conviví durante un tiempo de mi vida, sencillo, generoso, una excelente persona, su hijo y mi primer hijo coincidieron y jugaron juntos, se ayudaron mutuamente.
Compartimos los años infantiles de nuestros hijos, sus triunfos y fracasos deportivos, siempre positivo, siempre comprometido.
Esporádicamente nos encontrábamos y los pocos minutos que nos veíamos platicábamos y nos poníamos al día de meses o de años, siempre con una broma, con un gesto que recordaba nuestra amistad.
Fue maestro de mi segundo hijo que es médico, al cual le transmitió con generosidad sus conocimientos y su alegría por la vida.
El Doctor Lara falleció hoy a los 69 años de edad con más de 30 años de servicio público.
Cuando empezó esta pandemia y se fueron tantos, él se quedó, a pesar de que todo el personal de salud a partir de los 60 años cumplidos podía irse.
Se pudo ir porque ya se podía jubilar.
Y se quedó.
Le dijeron que por su edad y por sus años de servicio podría irse.
Y se quedó.
Porque se quedó.
Porque otros se fueron, abandonaron el barco, se olvidaron de los demás.
Se quedó, en palabras de él, porque no había nadie que se hiciera cargo de los enfermos de Covid -19.
Y en el cumplimiento de su deber, se contagió y perdió su valiosa vida.
Se quedó meses y meses sin recambio, porque otros se fueron injustificadamente, se quedó para ayudar al Director del hospital O Horán que sí está comprometido para enfrentar esta pandemia a diferencia de muchas áreas del sector de salud y a la incapacidad estatal y federal de ponerse de acuerdo.
Seguirán presumiendo que hay camas disponibles, pero cada vez más muertos, que hay menos contagios sin decir que es porque hay menos pruebas.
Mentiras y más mentiras.
Descansa en paz estimado Doctor Víctor, estamos en deuda contigo ante tu responsabilidad, compromiso y tu humanidad.
Con respecto a la tragedia de 60 mil muertes que hemos alcanzado, sino les importa una vida, no les importa miles de vidas, piensan que con dinero pueden esconder la basura que son bajo la alfombra.
Como van a entender lo que es el deber, el compromiso, la responsabilidad y la humanidad. Si eso no es negocio»

En memoria de los profesionales que entregaron su vida por la salud de su comunidad

2 comentarios en “Dos tragedias, relatos de la vida real en los tiempos del Covid-19

  1. Agradezco infinitamente la manera en la que se expresó de mi papá haciéndome derramar lágrimas al ir leyendo el escrito. Él todavía no quería jubilarse, quería esperar a que terminase la carrera de Medicina y ya sólo dedicarse a sus consultas privadas, pero no quiso. Pudo haberse tomado la licencia que estaban dando a los mayores de 60 pero no quiso ¿Por qué? Sus colegas médicos de base ya la estaban solicitando, se habían ido, incluso los jefes, y los residentes estaban inconformes a punto de hacer huelga porque la carga iba a quedar sobre ellos. El enorme sentido de responsabilidad de mi papá se lo impidió y decidió seguir acudiendo al hospital para no dejarlos solos, a pesar de regresar agotado entre sus consultas y su trabajo en el O’horan. Cabe recalcar, que en el servicio de Interna gran cantidad de médicos se han contagiado del virus.

    Muchísimas gracias.

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